Desde pequeña, fui curiosa. Me ha distinguido una sed infinita de aprender sobre todo lo que captura mi atención. Durante 18 años ejercí con pasión como maestra, una vocación que me permitió impactar muchas vidas. Sin embargo, llegó un momento en el que sentí una llamada distinta: la necesidad de ser fiel a un deseo profundo que me acompañaba desde hace tiempo—aprender el arte de hacer zapatos.
Viviana Torres Rivera, la diseñadora
Mi relación con el calzado nunca fue superficial. Pasé mis primeros ocho años en zapatos ortopédicos, lo que me llevó a observar, estudiar y clasificar cada par que veía,ortopédicos, lo que me llevó a observar, estudiar y clasificar cada par que veía, casi como un deporte. Me encantaba imaginarme en los zapatos de otras personas (y, curiosamente, aún lo hago, aunque de una forma diferente). Desarrollé un vínculo especial con ellos; el calzado se convirtió en una extensión de mi identidad, un medio a través del cual podía expresarme. Incluso hoy, elijo ropa que complemente mis zapatos, y no al revés.
Me formé como diseñadora y shoemaker en Buenos Aires, en el Taller Escuela López Vizcaíno, donde, durante dos años, perfeccioné la técnica del diseño y el oficio zapatero. Fue una etapa llena de experimentación: probé diferentes estructuras de calzado, materiales y procesos, aprendiendo con cada paso. Durante la pandemia, me quedé confinada en Buenos Aires debido a las rigurosas políticas de cuarentena, y fue en ese momento cuando decidí aventurarme a producir mi primera colección cápsula, con solo dos diseños en tres colores. "No tengo nada que perder", pensé.
Así, en noviembre de 2021, lancé mi primera colección cápsula, 20|20. Aunque fue un proceso experimental y piloto, lo tomé como una escuela invaluable, una experiencia que me confirmó cuánto más había por aprender. Desde entonces, me he dedicado a seguir formándome: tomé cursos, participé en programas empresariales, recibí mentoría, pregunté, leí y me dejé enseñar. Hoy en día, entiendo que siempre hay más por aprender, y veo el fracaso de una manera distinta: como parte del camino, no como un fin. Por eso, en 2023, lancé una segunda colección cápsula, esta vez con menos miedo y más confianza.
Como diseñadora, mi objetivo es crear zapatos que hagan sentir únicas a las mujeres que los llevan. Cada pieza está pensada para ser una "pieza de conversación", capaz de provocar momentos memorables, de hacerlas brillar y mostrar cuán poderosas son. Siento que en cada par de zapatos va una parte de mí, un pedacito de mi alma. Para mí, nuestros zapatos no son solo accesorios; son objetos llenos de posibilidades, diseñados para quienes, como nuestras embajadoras, valoran lo singular y lo significativo.
Zapatera Caribeña te acompaña.